viernes, 1 de enero de 2016

La primavera del comisario Ricciardi


Como a tantos otros, me encantan las novelas policiales. Las leo como "road movies", en donde lo que importa es recorrer el camino e ir encontrando personajes interesantes y atisbos de la condición humana.
Mi madre me prestó un libro de Maurizio di Giovanni, un napolitano que creó una figura entrañable, el inspector Ricciardi, encargado de investigar crímenes en Nápoles durante la época del fascismo.
En la tradición más noble de las novelas policiales, el detective tiene siempre alguna característica peculiar: en el caso del comisario Ricciardi es la capacidad de percibir las últimas palabras que dijeron o pensaron las víctimas antes de morir. Podría ser un detalle tipo realismo mágico burdo, pero para mi gusto funciona muy bien.
Y di Giovanni se encarga de recordarnos que lo importante no es saber quien fue el asesino sino ver y sentir el camino:

"El hombre que mira es el que no vive. Solo puede ver como pasa la vida de los otros y vivir a través de ellos. El que mira no consigue vivir".

Entre mis metas del año que comienza he incluido seguir leyendo los casos del inspector Ricciardi.