miércoles, 11 de mayo de 2011

Ciencia y decisiones

Una reflexión extraordinaria de Tomás Abraham que calza como un guante para los que hacemos ciencia. La había mandado por el buzz del Gmail hace tiempo. Ahora quiero que conste en mi blog:

"No hay que pensar que la duda deriva de una actitud de permanente vacilación. Eso es lo que caracteriza al pusilánime. La duda exige una decisión. Dudar no es estar todo el tiempo dudando. Dudar es tomar decisiones. Alguien que trabaja en el campo del pensamiento toma todo el tiempo decisiones. Pero esas decisiones no están basadas en un plan prefijado. No están basadas en algo trascendental, ni en un programa que nos viene impuesto. Son decisiones que hay que tomar. Porque se duda. No se duda para seguir dudando. Se duda para afirmar, y hay que tomar decisiones. Entonces cuando uno toma decisiones no sabe si fue pertinente esa decisión, pero sabe y siente que no hay otra, y su logro se verá en el resultado. Pero sabe que al tomar una decisión ha tomado un pedazo de universo. Y ha renunciado a tragarse el universo entero. Y esa es una de las cosas que hay que hacer. Renunciar a comprenderlo todo. Porque el que quiere comprender todo no va a hacer nunca nada. "